La Editorial

A partir de las muchas cosas que nos jactamos de haber hecho —favorecer géneros y estilos distintos de los tradicionales, esto es, consumir primero para transformar después y, por tanto, pecar de audaces y fragmentarios—, resulta fácil deducir dónde nos templamos como profesionales del sector: nuestro arsenal comienza en la biblioteca de uno y se extiende hasta dar forma a un catálogo.

 

Emprendemos este oficio desde una disposi­ción de lucha a muerte por la exigencia: la obra de arte lograda con éxito, llevada a la cima, es siempre placentera —luego están los gustos, por supuesto—, y eso es lo que vamos a poner en las mesas de novedades: obras dis­frutables, que es lo mismo que decir geniales. Y lo genial es necesario, no digamos ya si además promete algo de placer.

EL CATÁLOGO DE UNDERWOOD PROVEERÁ

Habrá chutes para todos y del compuesto que cada uno tolere mejor. Y olvidemos esa otra mentira de viejas sobre lo malo que es mezclar.        

FIRMEN LA ORDEN DE RESUCITACIÓN

Por cada lector resucitado les damos dos lectores muertos y una lista de los libros que no leyeron.